lunes, 18 de junio de 2012

LA LIMPIEZA ES FUNDAMENTAL



La cara es nuestra carta de presentación, lo primero que los demás ven de nosotros. Por lo tanto es muy importante tener una piel cuidada, saludable, bien hidratada y luminosa. Para conseguirlo hay un auténtico arsenal de productos disponibles en la farmacia, que os iremos presentando  poco a poco. Hoy vamos a hablar de los limpiadores en general, aunque ya sabemos que generalizar significa simplificar en exceso.


Un buen cuidado facial debe empezar por una limpieza cuidadosa y profunda. En función del tipo de piel y de las preferencias de cada una, podemos escoger el limpiador que mejor se adapte a nuestras necesidades. Nosotros los clasificamos de manera sencilla pero muy práctica, aunque seguro hay formas más "correctas" o científicas (aceptamos sugerencias):


    
  • Limpiadores "jabonosos": si te gusta la sensación de limpieza con agua, lo ideal es utilizar lo que nosotros llamamos limpiador "espumoso". Aunque normalmente lo asociamos a pieles grasas existen para todo tipo de pieles, sólo tienes que elegir el que mejor se adapte a tus necesidades. Se puede terminar la limpieza con un tónico, para dejar la piel completamente preparada para recibir bien una crema o un serum.



                                    
                                         Aceite gelificado desmaquillante (Galénic) ; Mousse limpiadora (Sensilis);
                                     Himitsu espuma limpiadora (Atashi); Cleanance gel (Avene)
  
  • Aguas micelares: son una auténtica revolución. Son perfectas para las "perezosas". Aunque son utilizadas muchas veces para paliar la pereza de tener que desmaquillarse con agua y jabón, o con limpiadora y algodón, en realidad las aguas micelares son verdaderos tratamientos para la piel y además son una excelente opción para las pieles más sensibles. Se trata de  limpiadoras al agua que no necesitan aclarado, por lo que realizan su función simplemente empapando un algodón y pasándolo por la cara.
      
    Agua micelar limpiadora (Sensilis); Agua micelar (A-derma); Loción micelar (Avene)
    
    
  • Leches desmaquillantes: las leches también las aplicamos sobre la cara y el cuello con la yema de los dedos o con la ayuda de un algodón desmaquillador, masajeando delicadamente. Se pueden retirar los últimos restos con agua (lo ideal sería con agua termal, que calma y desensibiliza) o con un tónico.                                                    Existen  leches muy cómodas 2 en 1,  que no requieren aclarado. Son estupendas para esos días en los que llegas tarde y cansada a casa y lo único en lo que piensas es en tu camita...



Pur Lait démaquillant douceur (Galénic); Leche limpiadora suavizante (Avene); Pur 2 en 1 démaquillant (Galénic) 
 
Como veis, el abanico de posibilidades es amplio, incluso más de lo que hemos expuesto aquí . Así que ya no hay excusa que valga para no limpiarnos la cara. Además es fundamental que incorporemos este paso a nuestra rutina diaria (tanto de día como de noche), ya que la piel estará mejor preparada para recibir los tratamientos que apliquemos después y por lo tanto los resultados serán más satisfactorios. De nada sirve utilizar cremas buenísimas si los principios activos no pueden absorberse por estar la piel "sucia" o poco preparada.

Son consejos del equipo de M70farMA


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