Nueva generación de fotoprotectores. ¿Los conoces?

Ya estamos en otoño y es probable que a partir de ahora el sol no nos acompañe tanto como hasta ahora. El mensaje de la importancia de la fotoprotección ha calado ya en la mayoría de la gente pero nos da la sensación de que lo limitamos al verano. ¿Por qué es importante protegerse del sol durante todo el año?

Continuamente hablamos de radiación, pero ¿sabemos lo que es eso? ¿Qué tipos hay?. Vamos a intentar dar una explicación fácil y sencilla aunque sabemos que el simplificar supone no ser todo lo preciso que nos gustaría.
Radiación es la emisión de energía  en el espacio en forma de ondas. Estas ondas pueden ser de mayor o menor cantidad de energía y en función de esto se han dividido y clasificado, dando lugar a lo que conocemos como espectro electromagnético. El expectro lo componen (de menor a mayor energía):

• Ondas de Radio
• Microondas
• Infrarojo
• Luz visible
• Ultravioleta 
• Rayos X
• Rayos Gamma

Las radiaciones que a nosotros nos ocupan en este post son las que aparecen en negrita (Infrarojas, Ultravioletas y luz visible). Vamos a recordar brevemente aspectos importantes sobre ellas:

Además de sus efectos beneficiosos (síntesis de vitamina D, fundamental
para la fijación del calcio en los huesos), a corto plazo, la radiación ultravioleta produce bronceado y quemadura solar; mientras que a largo plazo provoca envejecimiento cutáneo y cancer.
Además de la ultravioleta, cada vez se conocen más los efectos de la radiación infraroja (IR) y desgraciadamente, también parece estar implicada en el fotoenvejecimiento y en la carcinogénesis. La radiación infraroja, no daña directamente el ADN, pero genera radicales libres que degradan y evitan la síntesis de colágeno. Como consecuencia de esto, la piel pierde  firmeza y elasticidad, lo cual se traduce en arrugas profundas, descolgamiento y flacidez, en resumen, envejecimiento.

¿Como podemos protegernos de la radiación infraroja? La radiación IR provoca reacciones de oxidación que generan radicales libres. Por lo tanto la manera de protegernos de esto es añadir a los filtros solares, sustancias antioxidantes. Pero ojo!! No todo vale. La radiación IR penetra mucho en nuestra piel y estos antioxidantes deben estar formulados adecuadamente para que lleguen a ese mismo lugar y actúen allí donde producen el daño. Por lo tanto, el hecho de contener antioxidantes, no garantiza la protección frente a la radiación IR. Ante la duda, consulta con tu médico o farmacéutico.

Todo esto se resume perfectamente diciendo que un buen filtro solar es la crema antiedad más básica.
Si a nuestra rutina de belleza le añadimos un buen filtro solar, potenciamos en gran medida el beneficio que nos aportan nuestras cremas, serums, ampollas... ya que estamos eliminando uno de los factores que más aceleran la aparición de arrugas.

Hoy os queremos presentar una novedad en cuanto a filtros solares: Heliocare 360º. Este fotoprotector nos protege de la radiación ultravioleta A y B, de la Infraroja y de la Visible, lo cual es un avance importantísimo.

¿Cuál es su composición?

• Escudo Booster Multidefensa: protección frente a IR y Visible.
• Complejo Super Antiox: contiene Fernblock FC (patente de IFC, antioxidante). Es el antiguo Fernblock pero más concentrado en ácido ferúlico y cafeico, lo cual le confiere una capacidad antioxidante cuatro veces mayor. Es decir, va a frenar la acción de los radicales libres de una manera mucho más eficaz. 
• Filtros frente a UVA y UVB. 
• Roxisomas: evitan la rotura de las fibras de colágeno, es decir, prevenimos flacidez y arrugas.

Esta es la composición resumida de la crema, que por supuesto, no aporta alcohol, ni parabenos. Si queréis una explicación más exhaustiva os dejamos el enlace de la página de Heliocare.

Heliocare 360º se presenta en dos formatos:

• Heliocare 360º Airgel. Es una textura única, ellos lo describen como gel texturizado, nosotros preferimos decir que es una espuma (como las del pelo). Es una textura ultraligera, perfecta para pieles mixtas/grasas.
• Heliocare 360º fluido cremoso: ofrece la suavidad de una crema con el acabado de un gel, con un tacto sedoso que se funde perfectamente con la piel. No deja ninguna clase de residuo (no queda la piel blanquecina) y su aplicación es muy agradable para una piel normal/seca.

Es un fotoprotector ideal para pieles especialmente sensibles al sol, para gente que está mucho tiempo al aire libre (tanto en invierno como en verano) ya sea por trabajo, por hacer deporte, por ocio... o si te preocupa el envejecimiento cutáneo, las arrugas o el descolgamiento.